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Según Jaime Torner, estudioso, el juego del Mus tiene un 50% de técnica, un 30% de inspiración parapsicológica y sólo un 20%
de suerte, lo cual fomenta en los practicantes, o muslaris (musolaris o musistas según distintos autores), el afán de superación
y aprendizaje que otros juegos, cuyo factor suerte predomina sobre la técnica y la psicología, no pueden proporcionar.
En otro orden de cosas, y comparándolo con el juego de envite por excelencia, el Póquer, cabe señalar que este último ni siquiera alcanza la mitad de las jugadas posibles de que dispone el Mus, nada menos que 330, sin comentarios.
¿Pero como puede ser tan adictivo si no se juega dinero?, se preguntan algunos. Pues precisamente por eso, porque en el Mus
lo que se juega tiene mucho más valor que el dinero. En el Mus está en juego la honrilla, el orgullo, la superioridad mental,
y quizás algún café o el décimo de lotería.
En el Mus juegan un papel fundamental las señas, y el vocabulario específico utilizado.
Mientras que las primeras permiten trasmitir al compañero cuales son las jugadas que poseemos para, jugando al despiste, intentar
cazar al adversario, el vocabulario, basado en dichos populares y frases hechas, convierte la partida de Mus en un auténtico
espectáculo de ingenio y diversión, ya no solo para los afortunados participantes, sino también para aquellos mirones (que
por definición, son de piedra y dan tabaco).
LAS SEÑAS
Aún y con algunas variantes según sea el lugar geográfico donde se practique, las señas más universales son las siguientes:
-CIEGO: Cerrar los ojos;
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-DOS REYES: Morderse los labios;
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-MEDIAS DE REYES: Torcer, morderse, los labios hacia un lado;
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-DOS ASES: Sacar la punta de la lengua;
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-MEDIAS DE ASES: Sacar la punta de la lengua por un lado;
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-DUPLES: Levantar las cejas;
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-31 A JUEGO: Guiñar un ojo;
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-SOLOMILLO: Sacar los labios a modo de besar, o realizar una pequeña “o”, según lugares.
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Existen otras muchas señas, como QUERER, NO QUERER MUS, la de 29 o 30 AL PUNTO, la de 32 A JUEGO o la de REENVIDAR,
entre otras, pero que por su menor incidencia y práctica entendemos no son precisas de mencionar.
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